Cómo somos y cómo nos afecta

Hola tú que pasaste por aquí, hablemos de ti, hablemos de mí.

Hablemos de la calidad de nuestra vida. Calidad que depende enteramente de la salud, del bienestar y de la felicidad, ¿no crees?

Nadie nos enseñó que las emociones regulan nuestra fisiología. La preocupación por aquello que aún no ha ocurrido es el ansiógeno más grande.

Vivimos en un futuro imaginario, enigmático, temeroso, que te impide vivir el presente, que es el auténtico vivir, el sentirse vivo, bien con uno mismo.

El mañana será lo que tú quieras, pero hay que hacer, no esperes que tu vida cambie si insistes en hacer lo mismo, y mucho menos dejar que tu entorno controle tu vida.

Los sentimientos y pensamientos, no nos incapacitan, lo que nos dicen nos incapacita, es decir, aquello que nos mina y nos hace creer que no podremos, que no valemos, que no lo merecemos. La mente cree lo que le dices, hablarle bien puede suponer el inicio del cambio,

Nosotros somos lo que emitimos y no lo que creemos ser, y atraemos por resonancia lo empático a lo que emitimos, ya sabemos que la percepción humana se basa en patrones profundamente instalados de pensamientos irracionales y nos apegamos a ello.

Solo entendiendo las causas de un problema podemos pensar en la solución.

La clave para poder solucionar cualquier problema de salud es entender cuál es el origen, nada ocurre porque sí, de ahí nuestra propuesta de hacer un diagnóstico diferencial y descubrir cómo eres y qué cosas de tu vida cotidiana te alteran.

El lamento no viene a cuento, ni trae cuenta. Cuando miras solo hacia delante no sabes por qué te ocurren las cosas, pero si miramos hacia atrás todo tiene sentido, todo habrá sido un aprendizaje, párate y piénsalo. si no seguiremos pensando que siempre la culpa es de los demás, el problema no está fuera, está dentro, pero basta que algún órgano este desequilibrado para que tengamos pensamientos negativos, eso es una parte del

diagnóstico que hacemos, donde está el desequilibrio que altera nuestro bien estar

esta neurosis social que estamos viviendo o que quieren que vivamos ,impulsa al individuo no a buscar ser, amar, crear sino a padecer, parecer, poseer e imitar, sean auténticos que realmente así somos diferentes afortunadamente solo los locos y los solitarios pueden permitirse el lujo de ser ellos mismos, porque los solitarios no necesitan complacer a nadie y a los locos no les importa ser comprendidos, sean locos, diviértanse.

Por eso regulemos las bases biológicas de la ansiedad y conservaremos nuestro bienestar 

puede que tu vida no sea la fiesta que imaginaste, pero ya que estas aquí no se te olvide bailar

y no se te olvide felicitarte cuando haces algo bueno por ti, dedícale el mismo ánimo que cuando te sientes mal por algo que hiciste o qué crees que hiciste mal.

La vida no es lo que nos pasa, es cómo lo interpretamos, tú te cabreas si tú quieres, tú siempre tienes la decisión. Tú no tienes capacidad de cambiar el mundo, solo podrás cambiar tu entorno, si cambias tres cosas, tu vida personal, tu vida familiar y tu vida profesional, habrás dado un vuelco a la percepción que tienes de tu vida. Saber hablar en la vida es importante, pero saber con quién callarse es mucho más importante, una vez que se parte el melón todo el mundo quiere repartir las tajadas. Un barco no se hunde por el agua de su alrededor ,se hunde por el agua que entra dentro…criticas ,opiniones, educación, religiones, etcétera, etcétera, lo que dejamos que nos haga daño.

Tiene que ser muy frustrante tener 80 años, ponerse a analizar nuestra vida y descubrir que hemos estado toda la vida haciendo lo que los demás esperan de nosotros, y usted para cuando…

 Y no se olvide que caer siempre bien, eso solo es para paracaidistas ,

Gracias a los que nos felicitan, porque nos dan ánimo.

Gracias a los que nos critican porque sabemos que estamos en el buen camino.


Llámenos y trataremos de corregir sus dolencias con nuestros diagnósticos diferenciales y personalizados e ir al origen del problema.

Un saludo,   

Manuel Vara

Cómo somos y cómo nos afecta

Un comentario en «Cómo somos y cómo nos afecta»

  1. Gracias Manuel como siempre resuelves del modo más rápido y sencillo y al mismo tiempo sorprendente para los que no conocen la capacidad senadora de las frecuencias.
    No sé muy bien como pero sé que mi madre con 88 años y muy dañada por la vida ya no tiene el dolor intenso pasados pocos minutos de terapia y hoy 72 horas después la inflamación ha disminuido tremendamente y el intenso dolor también.
    Tu lo viste mi compañera mi hija y yo también…mi madre no lo vio, lo sintió. Gracias Manuel

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